El arte de la descripción: Las emociones (III PARTE)
7:54Llegamos a la última parte del arte de la descripción. Hemos sacado todo el partido a los personajes, hemos exprimido el jugo de los lugares, y ahora llegamos a lo que quizá es lo más complicado de abordar a la hora de escribir una novela: Las emociones. ¿Qué siente un personaje ante la muerte de un ser querido? ¿Rabia? ¿Impotencia? ¿Felicidad? Pero lo más importante, ¿cómo podemos hacer llegar estas emociones al lector?
EL ARTE DE DESCRIBIR EMOCIONES.
Ya lo decía Anton Chéjov: No me digas que la luna brilla, muéstrame el brillo de la luz en el cristal roto. Quizá mostrar antes que definir sea en el caso de las emociones una tarea mucho más complicada de lo que lo es, por ejemplo, mostrar personajes o lugares. Para eso, aquí algunos consejos:
- Tip 1: Evita expresar claramente como el personaje se siente. Cuando Blue regresa a casa ve una figura en el salón que reconoce como su hermano mayor que se marchó a luchar a Irak hace cuatro años, y se pone nerviosa porque no sabe como reaccionar. Mejor que, "Blue se puso nerviosa al ver a su hermano", describe como la voz le temblaba, o como sentía que estaba a punto de echarse a llorar.
- Tip 2: Si escribes en primera persona, aprovecha que estás dentro del personaje para aclarar lo que pasa por su mente. Si escribes en tercera y eres un mero narrador, haz que el personaje reaccione de algún modo, como echarse a llorar si está triste, esconderse en el armario si está asustado...
- Tip 3: Utiliza el lenguaje corporal: Haz que el personaje interactue con lo que tiene alrededor. Si tu personaje está nervioso, quizá le apetezca servirse un whisky con los dedos temblorosos para calmarse un poco. O quizá se dedique a morderse las uñas. O a arrancar astillas de la mesa en la que está apoyado.
- Tip 4:Intenta no echar mano de clichés. Olvida las mariposas en el estómago y prueba algo nuevo.
Ejercicio propuesto: ¿Recuerdas a Yellow? Pues después de un rato caminando, o después de coger un taxi, un avión o el modo de trasladarse que hayas elegido, ha llegado al lugar al que se dirigía. Y entre la multitud, o entre los edificios o las montañas, ve una figura. No escribas sobre ella. No digas quién es. Simplemente, haz que Yellow sienta.
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