El arte de la descripción: Los lugares (II PARTE)

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Debemos preguntarnos antes de describir un camino, una montaña, o una casa abandonada a la orilla de un río, qué importancia tiene ese lugar. ¿Es necesario conocer la altura de la hierba que rodea el sendero, si hay nieve en la cumbre, o si la casa tiene la fachada azul o roja? Si crees que es así, adelante. Si solo es un lugar de paso, un lugar que nuestro protagonista ve de paso mientras camina, quizá deberíais guardar estos consejos para un lugar con mayor relevancia para la historia.
Siguiendo con el arte de la descripción, hoy voy a daros unos consejos que seguramente os resulten similares a los que os di hace unos días. No es que me repita (o puede que sí), pero creo que hay que ver los lugares de la misma forma que se ven a las personas: Con vida propia.
Sin más demora, empezamos:

EL ARTE DE DESCRIBIR LUGARES.

  • Tip 1: Primero echa un vistazo general, luego especifica. Como en las personas, primero hay que crear una visión global del aspecto, en este caso del espacio. Aunque es bastante sencillo hacerse la idea de cómo es una playa o un bosque, puede que no sea igual de fácil para el lector imaginar, por ejemplo, una pequeña tienda de ultramarinos de Estados Unidos. Cuando hayas descrito los rasgos más generales de la tienda, especifica. Cuéntale al lector que hay una maquinita para matar marcianos, una máquina expendedora que se traga monedas, y un pasillo entero únicamente de botellas de alcohol. 
  • Tip 2: Haz que el lugar transmita. Tristeza, alegría, melancolía, asco, grima. Las paredes están llenas de moho. El dependiente de la tienda tiene los pies descalzos sobre la mesa mientras te cobra. El suelo está pegajoso. Y encima las luces del techo no dejan de fallar. 
  • Tip 3: Usa los sentidos. Muy relacionado con el tip anterior. Igual que la vista, los olores o el ruido hacen muy real lo que uno lee. Haz que tu personaje tenga los cinco sentidos puestos en el lugar en el que está, y hazle saber al lector si el ambientador de limón que hay junto a la fruta a medio podrir es el aroma más delicioso que ha experimentado jamás o si está a punto de vomitar.
  • Tip 4: Haz que el lugar tenga personalidad. No lo hagas aburrido o tedioso. Incluso la iglesia que hay al otro lado de la acera puede ser interesante si te lo propones.
  • Tip 5: Aprovecha que el personaje se mueve para describir dónde está. No lo sueltes todo en una parrafada nada más entrar. Haz que el personaje camine por las neveras, o que coja un bric de leche de un estante. Blue ha atravesado el bosque para llegar al pueblo y está sedienta, por eso he hecho una pequeña parada en la tienda de ultramarinos. Por suerte, se percata de que la leche lleva caducada más de un año antes de comprarla y que una rata ha roído el cartón. Con esto, afianzamos la sensación de repulsión y desagrado.

Ejercicio propuesto: Recoge de tu memoria a Yellow, tu personaje inventado en la primera parte de El arte de describir, y al lugar al que se dirigía. Lleva a cabo estos tips para describirlo de manera general, pero haz que a través de sus actos el lector conozca tres datos relevantes y que le transmita un sentimiento (recuerda, alegría, repugnancia, melancolía...). Reserva hasta la próxima entrada, dónde hablaremos sobre como describir emociones. 

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2 comentarios

  1. Interesantes consejos. Este es un punto en que se suele fallar por vaguedad o por lo contrario, exceso de detalles. El tip 5 me ha parecido especialmente bueno ;)

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    1. ¡Gracias por pasarte a comentar! Nos alegramos de que los consejos te hayan sido útiles. :)

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